Yo no quería un blog

1907316_859391140744541_3039347154581428105_nHola, soy Chema Pamundi (éste) y efectivamente vivo con un Yeti (bastante parecido a éste). He guionizado y dibujado comics, he diseñado juegos de rol y tablero ambientados en el universo de Fanhunter, durante un tiempo coordiné los contenidos de la edición española de la revista Dragon (uno de los curros más divertidos que he tenido jamás), he traducido reglamentos de D&D, Warhammer y multitud de juegos de tablero, he escrito sobre cine fantástico (actualmente lo hago aquí), sobre series de TV, sobre libros y tebeos, sobre música pop/rock/electrónica y sobre otras cosas que me chiflan en varias webs, revistas y fanzines. Cocino una tortilla de patatas que provoca síndrome de Stendhal a quien la prueba. Soy un competente jugador de Blood Bowl y un lamentable jugador de Mus.

Como digo arriba, yo no quería tener un blog. Vamos, no especialmente. Nunca me ha atraído la “cultura del blog” sea lo que sea eso (aunque sigo unos cuantos, cuando me acuerdo). Creo que en general internet está demasiado llena de fotos de gatos, de videos de caídas graciosas y de gente escribiendo blogs (y ya que estamos, echo en falta AÚN MÁS porno; sí, el porno es una de esas cosas que nunca empachan). En internet sobra ruido, y ahora vengo yo tocando mi zambomba para empeorarlo todo un poco más. Soy un incoherente, ya; lo sé de sobras, lo asumo y me la pela, así que avancemos, por favor, que entramos en bucle y se nos va la tarde en tonterías. ¿Qué maravillas voy a aportar desde este rincón de la blogosfera? ¿En qué voy a hacer más sabios a mis lectores? Estoy bastante seguro de que en nada, pero había cada vez más gente empujándome para que diera este paso (muy pesaos todos, muy pesaaaaaaos…), y la verdad es que llevaba años acumulando escritos cuya circulación se limitaba a mis contactos de Facebook y de correo electrónico. A mí eso ya me estaba bien, pero luego cuando quería encontrar un texto antiguo para reenviarlo o releerlo era un engorro, y aquí aspiro al menos a tenerlo todo ordenadito y poderlo gestionar mejor. Me insisten, además, en que varias de las mierdas que redacto merecen una difusión mayor (tengo un amigo que, cada vez que le digo «No quiero un puto blog», me contesta «¡Pero el mundo debe saber!»). Yo lo dudo bastante, pero oye, juzgad vosotros mismos. O no. Yo qué sé, soy un borde y un agonías para estas cosas. ¿Véis como no debería tener un blog? Iros a ver fotos de gatos, hostia ya (mira, os pongo un enlace y todo: gatorl chisposorl).

Y por cierto, si no sabéis de donde viene lo de “Microcambios de la densidad del aire”, no quiero veros por aquí hasta que os hayáis enterado. Unos mínimos, joder.

6 comentarios en “Yo no quería un blog

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s