Crónica del Primavera Sound 2015, tercera parte (de 3)

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SÁBADO 30 (día 3)

Para arrancar mi tercer y definitivo día de PS 2015 tenía muchas ganas de ver cómo sonaba «live» el volatil pop-rock de DIIV que tan bien funciona en disco, y más teniendo en cuenta que la banda venía con intención de presentar algunos de los temas que compondrán su segundo álbum, a publicar en algún momento del presente año. Sin embargo, una siesta traicionera y una compra tardía de vituallas en el supermercado (uno nunca tiene suficiente Red Bull en la nevera como para aguantar el tute de diez horas de conciertos diarios durante todo un fin de semana), me hacen llegar al Parc del Fórum justo cuando los de Brooklyn están diciendo aquello de “Gracias a todos, habéis sido un público fantástico, hasta la próxima”. Ver a Zachary Cole Smith ataviado con un camisón de Mickey Mouse y un gorro de caza sólo hace que me sepa aún peor habérmelos perdido. Pero bueno, no hay que llorar por la leche derramada, y tal y cual. A ver, ¿qué toca ahora? Ah, sí, los Fucked Up en el escenario ATP. Pues fantástico, corre corre, que a estos sí que quiero verlos desde bien cerquita.

20150530_200738Fucked Up son posiblemente la banda de punk más importante del momento. No sólo por la calidad o personalidad de su sonido (certificado en cuatro álbumes espectaculares, con mención especial al segundo, The Chemistry of Common Life), sino por haber conseguido, casi sin proponérselo, llevar el género hasta un público que nunca le había prestado atención (hasta un pánfilo como Moby se declaró lo bastante fan de ellos como para unírseles en una pintoresca cover del Blitzkrieg Bop de los Ramones). Cualquiera que no conociese a Fucked Up y se guiase sólo las pintas de los espectadores no sabría decir si esto va a ser un concierto de hard rock o de twee pop, y la salida de la banda al escenario seguiría sin aclararle nada: nueve personas (o sea, suficiente personal como para montar al menos tres bandas distintas) de aspecto tan ecléctico que parecen haber acabado juntas por azar, como los náufragos de Perdidos. Hay un par que parecen hippies despistadas, otro par que no desentonarían en una banda como Weezer, la bajista es una especie de profesora de matemáticas sexy, uno de los guitarristas lleva camisa hawaiana, y el cantante es el prototipo de «papá oso».

Sin embargo, basta que se disparen con el inicio de Year of the Rat para que a todo el mundo le quede clarinete que lo que hacen estos tipos es hardcore-punk de primerísima división. El frontman Damian Abraham es todo carisma, una auténtica bestia escénica. Ya a la segunda canción se baja a cantar con el público, y decide quedarse allí un buen rato. La gente le abraza, le pilla el micro, le dan cerveza, le ponen gorras y sombreros diversos como si estuvieran jugando con un Mr. Potato, y él les sonríe a todos mientras sigue vociferando sus estribillos cavernarios. Es un tío del que te gustaría hacerte amigo. El concierto es una andanada de hostias de lo más cachonda, un pogo continuo. En un parlamento entre canciones Damian nos cuenta que les chifla Barcelona, sus locales para fumar cannabis y su escena punk. Dice que el mejor show de su carrera lo dieron aquí hace algunos años, y que aquí descubrieron a bandas como Eskorbuto (cágate). Claro, si sueltas todo esto y acto seguido te tiras al monte con una interpretación descomunal de Queen of Hearts, ¿cómo no vamos a enamorarnos de tu puta banda?

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En cuanto acaba la descarga de ruido y furia de Fucked Up salgo pitando para el Ray-Ban, pese a que me gustaría quedarme un rato más porque Damian Abraham ha acabado el concierto entre el público, repartiendo abrazos, hablando con la gente y dejándose hacer fotos como si fuera… bueno, pues lo que es, una estrella del rock. Pero es que en el escenario Ray-Ban me espera Tori Amos; y uno nunca hace esperar a Tori Amos…

En realidad, si lo pienso, soy un fan bastante atípico de la pelirroja. Uno de esos a los que en realidad sólo le gustan sin reparos dos de sus discos (Little Earthquakes y Under the Pink, los dos primeros), y que del resto se queda con canciones sueltas. O sea, soy lo que podría llamarse un “fan de recopilatorio”. Aún así, creo que como artista despide una empatía y una sensibilidad que van más allá de la calidad puntual de sus composiciones o de su portentoso registro vocal. Es amiga de Neil Gaiman y de Trent Reznor, hostias; y aparte, por supuesto, me parece un pibonazo (incluso ahora, superada la cincuentena y con esas pintas de vendedora de Avon que se gasta). Sí, así de superficial soy.

20150530_203828Tori Amos aparece dando pasitos cortos y rápidos, vestida con una amplia blusa que sólo se me ocurre describir como “estilo abejorro”. Se sienta sobre una banqueta a horcajadas para poder tocar indistintamente el piano y el teclado eléctrico (Nacho Cano style), y empieza a darle a las teclas. Entre dos de sus temas dice que está nerviosa, no solo por ser poco asidua a festivales de este estilo, sino porque de hecho es su primera visita a España en más de dos décadas de publicar discos. Lo cierto es que se le nota un poco, deja ver cierto exceso de afectación al interpretar algunas canciones. Musicalmente el concierto me parece tan irregular como sus álbumes: Precious Things y Crucify suenan adecuadamente intensas, y The Waitress y Cornflake Girl suponen los esperados picos de comunión total con un público ansioso de romperse las manos aplaudiendo (las pantallas no paran de enfocar a gente llorando emocionada en las primeras filas), pero también pisa algunos rastrillos que se podría haber ahorrado, como la extraña/aburrida cover de In Your Room de Depeche Mode o la caótica Raspberry Swirl, que se diluye en un exceso de efectismos incluyendo un desconcertante «mashup» con el estribillo de You Spin Me Round (Like a Record) de Dead or Alive. En conjunto es un buen recital, que se me quedará grabado principalmente por lo especial y único de la cita y porque, bueno, ella es un encanto desde todos los puntos de vista. Me podría pasar el resto de mis noches invitando a cenar a esta mujer.

Tal como dije al principio de la primera crónica, de los veinte conciertos que llevo vistos ya en esta edición del PS sólo dos han tenido lugar en alguno de los dos escenarios grandes. El tercero y último será el de Interpol. No los tenía ni mucho menos entre mis elecciones prioritarias, a una hora en la que podría disfrutar de dos artistas emergentes que me llaman mucho más: el luminoso y arrebatado folk-rock de Torres (ejemplo), o el certero punk-rock de las ojipláticamente jóvenes Mourn (ejemplo), unas niñitas de diecisiete años que han tomado la escena indie rock “by storm”. Sin embargo, estoy con una amiga (¡Kekilla, saluda!) que lleva todo el fin de semana fiándose de mi criterio, y que además me está haciendo de reportera gráfica sin quejarse lo más mínimo (casi todas las fotazas que adornan estas crónicas son suyas), así que le toca elegir a ella.

Además, es un grupo al que no me importará ver de nuevo, pues tengo muy buen recuerdo de ellos en directo (aparte, es que los vi hace igual una década). En cierto modo guardan muchos paralelismos con The Strokes, los otros cabezas de cartel que tocan inmediatamente después de ellos (y a los que sí que no pienso ver): ambas bandas surgieron en New York más o menos por el cambio de siglo, ambas deslumbraron con sendos debuts que actualizaban el añejo sonido post-punk desde una perspectiva semi-mainstream (Interpol más oscuros, The Strokes más inmediatos), y ambas fueron entrando poco a poco en una mediocridad creativa que ya parece haberse convertido en crónica. La diferencia es que Interpol mantienen cierta actitud y ganas de hacer la mejor música de la que sean capaces, mientras que The Strokes llevan años haciendo gala de una indolencia que los ha convertido en un chiste.

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Así pues, cenita de bocatas sentados en el suelo lo más cerca posible del escenario Heineken, y a ver a Interpol. Atiendo al concierto con el 25% de los sentidos puestos en seguir las actualizaciones de lo que hace el Barça en la final de Copa del Rey, que se está jugando en ese mismo instante. Sin embargo, mi otro 75% de atención me basta para recordar algunas cosas que había olvidado sobre los autores de Turn on the Bright Lights: 1) Paul Banks, el cantante, me recuerda mucho a Guti, el ex-jugador de fútbol; 2) Me hipnotizan los constantes pasitos palante-patrás y los bailecitos estilo “danza de la lluvia” del guitarrista, Daniel Alexander Kessler; y 3) Sus dos primeros discos aún son la monda (una opinión que ellos parecen compartir, pues el 80% del setlist que tocan sale de allí).

Aunque su mejor momento ya queda muy atrás, Interpol siguen sonando sólidos y compactos, siguen tocando con vigor una colección de estribillos asesinos capaces de tumbar incluso a la audiencia más excéptica (Slow Hands, Evil, PDA… incluso el de su último single, All The Rage Back Home). No se detienen ni siquiera cuando el escenario sufre un apagón en el tramo final del concierto. ¿El sonido funciona? Pues a seguir tocando. Todo recto. Sí, me lo paso pipa con ellos, qué narices. En el Camp Nou, el Barça ha ganado su partido con holgura, lo que se dice dominando de principio a fin. En el Parc del Forum, Interpol han hecho lo mismo.

En cuanto los cuatro tipos se despiden y se largan salgo corriendo, antes de que me cierre el paso la legión de cabezas que ya alfombra todos los alrededores del escenario Primavera para ver a The Strokes (de largo, el concierto más multitudinario del festival, lo cual es fantástico porque liberará de incómodas apreturas al resto del recinto). Al pasar por delante de otro escenario, el ATP, escucho a las Babes in Toyland empezando a dar lo que, estoy seguro, va a ser una masterclass de grunge-rock. Me duele perdérmelas, pero ahora mismo tengo el punto de mira completamente fijado en el escenario Pitchfork para ver a The tUnE-yArDs, otra de mis citas obligadas del festival (quizás la que más; creo que hubiera priorizado este concierto por encima incluso de la Segunda Venida de Cristo).

Llego con media hora de margen, paseandito y comiéndome un helado. Aún somos cuatro gatos (tranquilos, se acabará llenando), y The tUnE-yArDs están probando y calibrando sus propios micros e instrumentos, lo cuál ya mola bastante por sí mismo. Viendo a la mujer-orquesta Merrill Garbus en medio de un estrado desde el que tiene que controlar a la vez dos teclados, un juego de percusión, un ukelele y un par de micrófonos, no me extraña que quiera comprobar por sí misma que todo esté perfecto. Una vez satisfecha con el sonido, Merrill llama a capítulo a sus músicos (un bajista, una baterista y dos coristas) y todos se abrazan en corrillo, como si fueran un equipo de basket antes de un partido importante. Empieza el fiestón.

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Mira que me suele decir poco el pop-rock de aires africanos (me quedé en el Graceland de Paul Simon), pero en cambio The tUnE-yArDs llevan dos álbumes dejándome sin palabras. Tanto su reciente Nikki Nack como sobre todo el anterior W H O K I L L me parecen triunfos incontestables del rock de vanguardia, dos trabajos rebosantes de vida, de colorido y de magia. Todo eso se plasma en escena con un espectáculo intenso y jodidamente divertido, dominado por unas percusiones demoledoras, una riqueza sonora que deja estupefacto (las canciones de la banda están tan llenas de matices que puedes escucharlas docenas de veces y seguir descubriendo giros nuevos), y la sensación de estar viendo a una superdotada que hace música en technicolor, en sensurround y en 3D.

20150531_004557Empiezan con la contundencia de Hey Life y Gangsta (¡Mi favorita!), y cierran con la euforia irresistible de Water Fountain y Bizness, coreadas de cabo a rabo por una audiencia enloquecida (en el clímax de la primera, los cinco músicos sueltan en seco sus instrumentos para ponerse a picar con baquetas mientras todos gritamos “Gimme your Head, Gimme your Head, Off with his head! Hey, Hey, Hey, Hey!!!”, y de inmediato retoman el estribillo). La verbena tribal dura en torno a una hora, pero no parecen haber pasado ni diez minutos. Demasiado corto, joder, demasiado corto. De hecho, algo así de bueno no debería acabarse nunca. El mejor puñetero concierto que he visto en el Primavera Sound 2015.

Sin tiempo para recomponerme, encadeno fiesta con fiesta y tiro porque me toca, ya que en el cercano escenario Ray-Ban está el electroduende Dan Deacon haciendo sudar a la muchedumbre. Este es otro artista al que me fastidiaba no poder ver debido a los diversos solapes, pero por suerte aún le queda media hora de matraca, y además recuerdo perfectamente el buen cuerpo que me dejó hace dos años, cuando actuó en el mismo escenario en el que acabo de ver a tUne-yArds, así que antes de darme cuenta ya estoy otra vez como las cabras. Deacon sigue con sus psicotrónicos sainetes entre canciones (le encanta hablarle a la luna y soltar todo tipo de mantras filosófico-musicales), y también sigue ofreciendo esas explosiones de ritmos programados que parecen compuestas por una banda de Gremlins y que pondrían a bailar a un muerto. Lo que se dice un apostol de la parranda y el buen rollo.

Ahora sí, estoy oficialmente aniquilado. Mi cabeza quiere ir a ver el electro-noise de Health, que actúan en el Pitchfork en diez minutos (días antes del inicio del festival, una de las cosas que daba por seguras era que estaría ahí para bailar su single Die Slow), pero mis piernas dicen que ni de coña, que total no hay para tanto con Health, y que mejor nos vayamos a tumbar un rato en la hierba frente al ATP, a ver qué echan; y mira tú qué bien, resulta que lo que están echando ahí es la actuación de los encantadoramente gamberros Thee Oh Sees. Bueno, pues no me voy a quejar. Los de San Francisco garajean con su habitual desenfado punkarra, cumpliendo con creces su función de mantener animada a una audiencia que empieza a ser consciente de que esto se nos va acabando. Los veo durante algo más de media hora y me voy a pillar buen sitio ante el escenario Ray-Ban, del que ya no me moveré hasta el final del festival, quedándome con las ganas de saber si han llegado a tocar la bonita Minotaur.

Y en el Ray-Ban, Caribou (o sea el genio canadiense Dan Snaith acompañado por una banda de tres músicos), demuestra que es, eminentemente, un artista de directo. Lo que en sus álbumes de estudio es una colección de amables singles de electro-psicodelia para escuchar de fondo mientras tomas el sol o vas en coche, en vivo se convierten en hipnóticos himnos dance, en una macro-rave que pone a, no sé, digamos que a veinte mil personas a hacer el masái.

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El grupo se mantiene en sombras, apenas contorneado por elegantes juegos de luces, pero lo que importa aquí no es mirarles a ellos, sino bailar igual que si se acabara el mundo; y mientras bailamos chutes de energía positiva como Our Love, All I Ever Need, Odessa, Bowls, Sun o Can’t Do Withouth You, voy mirando a mi alrededor y diría que nos están entrando ganas de follar a todos con todos. No creo que quepa mayor halago para un concierto de este tipo.

20150531_050025Ahora sí, esto se acaba. Como cada año, DJ Coco toma el testigo para poner punto final a la cita con su habitual sesión de mezclas musicales (de Daft Punk a Stone Roses, pasando por Arcade Fire). Diría que cada año pincha lo mismo el tío, pero… ¿a quién le importa? Toda la superficie hasta la cima de las escalinatas está llena de gente botando, cantando, agitando ramas de palmera (una de las tradiciones del festival) y celebrando en general. Estallan fuegos artificiales. Empieza a salir el sol. Desfilamos hacia nuestras respectivas camas. La vida debería ser un compás de espera entre Primavera Sounds.

Ya sólo faltan 364 días hasta el siguiente… 🙂

Canción del día:

Crónica del Primavera Sound 2015, segunda parte (de 3)

BARCELONA, SPAIN - MAY 29:  Public leaving the third day of Primavera Sound 2015 on May 29, 2015 in Barcelona, Spain.  (Photo by Xavi Torrent/WireImage)

VIERNES 29 (día 2)

Mi segunda jornada de festival (tercera si contamos la previa del miércoles con Albert Hammond Jr. y la OMD) empieza con The New Pornographers a las 19:30 en el ATP (aunque ellos tendrían reclamo de sobras como para llenar el escenario principal a una hora más estelar). Ya de antemano es un concierto que huele a victoria, principalmente porque la marabunta de fans que nos agolpamos en las primeras filas tenemos tantas ganas de verles que muy mal lo tendrían que hacer para no dejarnos contentos. Cuando salen por fin a tocar se crea cierto run-run de estupefacción al comprobar que les falta Neko Case, quizás ocupada en una gira propia o algo así (aunque en el backstage alcanzo a ver bailando y tarareando el concierto entero a una pelirroja que, si no es ella, es un puñetero clon; igual es que sencillamente estaba mal de voz y ha causado baja de última hora).

Sin embargo, no hay de que preocuparse, pues la ausencia de una de las tres vocalistas del grupo no afectará lo más mínimo a la famosa intensidad de sus coros ni a la calidad general del concierto, un auténtico fiestón desde el minuto uno. Los canadienses cuentan con un catálogo de temarros de pop bailable como para llenar dos setlists distintas sin demasiado esfuerzo (ya sólo con que tocasen la mitad de Twin Cinema, su álbum más completo, tendrían el concierto solucionado), y de hecho van tan sobrados que al primer cuarto de hora ya se han desprendido de un par de bombazos como Sing Me Spanish Techno y Dancehall Domine, dos canciones que a muchas otras bandas ya les gustaría tener como closer de un directo. En vivo, The New Pornographers logran calcar casi sin esfuerzo esa sensación de “quiero bailar este puto estribillo para siempre” que tan bien han transmitido siempre en estudio (hasta sus álbumes más irregulares tienen algún que otro tema descomunal), y completan la catarsis con una The Bleeding Heart Show redonda, de crescendo infinito (A. C. Newman repitiendo “We have arrived too late to play” al crepúsculo barcelonés como si fuera el último show de su vida). Efectivamente, salimos todos encantados.

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Tras recuperar el aliento me pongo a consultar el cuadre del día, dudando entre qué hacer para matar el tiempo hasta la actuación de Perfume Genius: las posibilidades basculan entre The Julie Ruin (el nuevo riot-grrrl act de Kathleen Hannah, ex-frontman de Bikini Kill y de Le Tigre; o sea, historia viva del punk-rock), y Tobias Jesso Jr., un pianista indie al que no he escuchado aún, pero que al parecer ha publicado uno de los presuntos mejores álbumes del 2015. En esas que me encuentro con unos hamijos y se me resuelve el problema, pues pasamos la siguiente media hora charlando y comparando actuaciones. A ellos les aburrieron Spiritualized, les encantaron Panda Bear, y me confirman que los Black Keys fueron la gran decepción del jueves noche (algo que ya se intuía, más que nada por el goteo de peña que se iba dejando caer todo el rato hasta la actuación de Los Punsetes). Dejo a mis amigos buscando sitio para ver a Belle and Sebastian (me encantaría acompañarles, porque ya he visto al combo de Stuart Murdoch un par de veces y siempre ha sido la leche), y me voy a lo mío.

Perfume Genius, o sea Mike Hadreas. El chorbo sale al escenario como si fuera un dios andrógino: mono negro, piel blanquísima, labios y uñas pintados de rojo y zapatos de charol y purpurina. Le falta el pelo verde para parecerse al Joker del tebeo La broma asesina. Timidísimo, sin apenas mirar al público y contoneándose como una serpiente, Perfume Genius procede a hurgarnos el alma con sus hechizantes historias sobre amores, desamores y miedos homosexuales, dejando patente la ejemplar evolución musical que ha experimentado en tres discos a cuál mejor, desde sus inicios en 2010 llenos de temas minimalistas al piano, con bastante poso de Antony and the Johnsons, hasta sus actuales composiciones, mucho más complejas y amenazadoras (latigazos electrónicos, guitarras, bruscos cambios de ritmo… se nota la producción de Adrian Utley, de Portishead) pero que siguen manteniendo el tono de confesión-pop susurrada al oído. La mezcla entre su turbadora fragilidad física y la absoluta seguridad con la que canta conforman una actuación arrebatadoramente sexy, colofoneada con una apoteósica Queen que deja al público tiritando. Dios salve a la reina.

BARCELONA, SPAIN - MAY 29:  Perfume Genius performs at Primavera Sound Festival on May 29, 2015 in Barcelona, Spain.  (Photo by Burak Cingi/Redferns via Getty Images)

Me paso a toda velocidad por el escenario Adidas Originals para asistir aunque sea a las dos últimas canciones de la actuación de los excelentes The Hotelier (que ahora mismo son la gran esperanza de un género tan moribundo como el emo-rock americano), y al ver la energía que transmiten me sabe mal no haberles podido disfrutar durante más rato (además, me temo que a estos sí que no va a haber manera de engancharlos por Europa fuera del formato de festival). En cuanto acaban me dirijo al escenario Primavera, el mayor del recinto, a prepararme para uno de mis momentos cumbre del PS 2015: Ride. Con tal de verlos voy a perderme a Ariel Pink (quizás el solape más sangrante de esta edición), y es más, con tal de verlos de cerca incluso voy a saltarme a las Sleater-Kinney, que una hora antes tocan justo enfrente, en el Heineken (el otro macro-escenario). Pero es que lo de Ride es para mí algo muy serio.

El shoegazing es uno de mis géneros favoritos del rock de las últimas tres décadas, y Ride son posiblemente mi banda favorita dentro de dicho género. Objetivamente hablando no tuvieron una carrera tan coherente como Slowdive (a partir del tercer disco, el decepcionante Carnival of Light, su magia se disolvió de repente), ni llegaron a firmar una obra seminal como el Loveless de My Bloody Valentine, pero antes de ser devorados por la auto-indulgencia tuvieron tiempo de firmar un listado de canciones bastante impresionante, en un corte más clásico y con mayor sentido de la melodía y de la diversión que sus compañeros de género. En cierto modo fueron “los Beatles del Shoegazing”. Entre 1991 y 1993 los tuve en un pedestal, y nunca pude verlos en directo. Por eso, me tomé como un acontecimiento solemne su reciente reunión, casi dos décadas después de haberse separado, y su inclusión en el line-up del festival (de hecho, el año pasado por estas fechas tuve una epifanía y vaticiné que reaparecerían y vendrían a tocar a Barcelona).

De todo lo anterior es fácil deducir que me cuesta horrores juzgar con objetividad un concierto que se abre con Leave Them All Behind, posiblemente una de las diez canciones de mi vida. Así que ni siquiera voy a intentarlo: lo que hacen Ride sobre el escenario Primavera me parece sencillamente magia. Tocan como dios (técnicamente son unos músicos fenomenales), generando sus inabarcables murallas de sonido igual que si estuviésemos en la primavera de 1992. Es un carnaval de luz. Se les ve implicados y felices de tener, por fin, el reconocimiento histórico que siempre merecieron. Están sobre el escenario algo más de 90 minutos y tocan casi todas las buenas, bordando maravillas como Time of Her Time, Vapour Trail o Drive Blind (meten muchísimo ruido pero con muchísimo criterio). Escucho a Andy Bell cantar las frases finales de OX4 (“Some fantasy you’ve been, Pick up the pieces in my mind, I’m going home…”), antes de esos dos preciosos minutos instrumentales que cierran la canción envolviéndote como un edredón sónico, y me acuerdo de alguien muy concreto; y como estoy acompañado tengo que aguantarme un poco para no llorar, pero lo consigo, y pienso que me siento a la vez triste y feliz. La música te hace estas cosas cuando es importante.

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Recupero fuerzas y presencia de espíritu con un Red Bull (sólo es la 1:30 de la madrugada y The Soft Moon tocan a las 4:00), mientras me tumbo en la hierba frente al ATP para ver al electro-gurú Jon Hopkins, que se trabaja una sesión cumplidora pero un tanto plana. Sí, consigue hacerme bailar con los brazos casi todo el rato, y hay que reconocer que lleva un montaje escénico-lumínico que es el recopetín, pero no llega a hincharme el pecho igual que lo han hecho sus últimos álbumes de estudio. En un festival en el que me está gustando todo, de momento esto es lo más cercano que he experimentado al gatillazo.

Para rellenar la siguiente hora muerta me monto un improvisado “quince minutos por banda”, paseándome por diversos escenarios a ver qué se cuece. Ratatat me recuerdan a unos franceses de los 90 que se llamaban Big Soul. Igual que aquellos, me parecen inocuos pero divertidos durante dos canciones, que es lo que tardo en bajar las atestadas escaleras del escenario Ray-Ban. A partir de ahí ya empiezan a hacérseme repetitivos, así que ni siquiera llego a pararme y vuelvo a salir por las escaleras de al lado, como si estuviera en una cinta transportadora. En otro rincón del recinto están Movement, que no suenan mal pero a los que alguien tendría que advertirles que el día anterior tocó James Blake, y que si no disimulan un poco mejor la gente se va a acabar dando cuenta de que le copian las canciones. Finalmente, Pallbearer me parecen sensiblemente mejores que las dos anteriores bandas, aunque a estas horas y como diría el poeta “ya no tengo el coño para farolillos doom metal”, así que opto por mirármelos sentado a cierta distancia, prestando casi la misma atención a los músicos que a los varios centenares de fans que hacen headbanging frente a ellos.

Finalmente, a las cuatro y poco de la madrugada salen a escena The Soft Moon, mi concierto final del viernes. Los de Oakland demuestran que pese a actuar en un escenario pequeño quieren dejar impronta en el festival, y ofrecen un intensísimo set de post-punk industrial con un aroma a medio camino entre Joy Division, Suicide y Cabaret Voltaire, y una actitud que los hace dignos herederos de todos ellos. Mucha oscuridad, mucha mala hostia (Luis Vasquez usa un bidón de metal para generar efectos de percusión, y le arrea verdaderas palizas) y sobre todo mucha calidad. Nota mental: me los tengo que escuchar más a fondo en disco porque me están pareciendo buenísimos.

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En cierto momento se me va la vista al backstage y flipo con la colección de “suicide girls” que tienen como roadies, todas allí filmando el concierto con los móviles, bebiendo birra y bailando. Sí, parece que sigue siendo cierta esa máxima de que los tíos que tienen pinta de malos se acaban llevando a las tías que están más buenas. Ante una reflexión de tal profundidad, recuerdo una frase que suele decir mi madre: “cuando empiezas a pensar tonterías es que ya toca irse a dormir”. Decido hacer lo propio. Mañana, fin de fiesta.

Canción del día:

Crónica del Primavera Sound 2015, primera parte (de 3)

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Un Primavera Sound más, el tercero consecutivo ya, después del hiato de casi una década que pasé sin pisar sus escenarios (desde la última vez que se celebró en el Poble Espanyol, un caos organizativo que me quitó las ganas de seguir festivaleando). Tras las ediciones 2013 y 2014, en las que el abono me cayó en las manos “de gratelo” sin que yo lo pidiese (una amiga que no podía ir, un regalo de cumpleaños…), en esta ocasión pasé por caja a apoquinar los 150 euros (más gastos de gestión); así que supongo que no me queda más remedio que reconocerlo: me he vuelto a enganchar.

Y eso que en esta ocasión la parrilla de artistas tampoco me parecía tan impresionante como las de años anteriores. Pero vamos, el Primavera Sound ha alcanzado ya un nivel de excelencia musical y logística difícil de superar (la organización de una cita de este tipo debe tener las mismas aspiraciones que los buenos árbitros de fútbol: que no se note su presencia), hasta el punto de que es el propio festival en conjunto lo que acaba brillando por encima de los nombres que traiga. El “marco incomparable” (la verdad es que el recinto es acojonante), la variedad de ofertas y la buena disposición general de la gente ayudan a ponerte en un estado de diversión casi orgánica. Te lo pasas bien toque quien toque; y el actual momento que viven el rock alternativo y la electrónica de vanguardia dan para que siempre vengan a tocar al menos seis o siete artistas de primer orden.

Leía hace poco, no recuerdo dónde, acerca de los problemas de crecimiento que empiezan a experimentar los festivales españoles estilo PS, atrapados entre la necesidad de ofrecer variedad, de no estancarse (esa sensación de que ciertos popes del indie fichan año sí/año no; uno de los motivos por los que dejé de ir al FIB fue que al cabo de cuatro ediciones ya había visto dos veces a casi todo el mundo), y la imposibilidad de incluir a según qué nombres en el line-up. Por ejemplo, buscando comparaciones con Glastonbury, el PS no podría traer a Foo Fighters (quizás demasiado mainstream), ni le saldría a cuenta pagar el caché de Kanye West (un artista fundamental para entender el pop de hoy en día pero que aquí debe de vender menos discos que Manel). Hay que tirar por otras vías.

Así, la evolución de estos certámenes pasa por soluciones creativas, y este año el Primavera Sound ha optado por la recuperación de “viejas glorias” como cabezas de cartel: The Replacements, la OMD, Patti Smith, Ride, y en menor medida Interpol, The Strokes, Spiritualized y Tori Amos. Me parece la mar de bien, es un cartel con innegable tirón para el gran público; pero a nivel personal, salvo por la Amos (que jamás viene de gira por aquí) y Ride (la única gran banda de shoegazing noventero que me quedaba pendiente), la cosa tampoco me ofrecía estímulos suficientes como para hacerme con el abono de tres días. Han sido los artistas de segunda fila quienes me han convencido: The New Pornographers, Jon Hopkins, Perfume Genius, The Soft Moon, tUnE-yArDs, Benjamin Booker, Mikal Cronin… Así pues, para mí éste va a ser un Primavera Sound de muchos más escenarios pequeños que grandes. Si alguien quiere encontrarme, la manera más segura de hacerlo es mirar hacia dónde se mueve la mayor marea de gente, y enfilar hacia el escenario que esté en dirección contraria. Dicho esto, empecemos.

MIÉRCOLES 27 (día 0)

La vida es lo que te sucede mientras haces otros planes, dicen, y los míos incluían empezar la jornada de presentación del festival con los shows de Christina Rosenvinge y Cinerama. No es que ni la una ni los otros me vuelvan locos (lo de la cantante de Hago Chas y aparezco a tu lado como musa del alt-rock patrio siempre me ha parecido un hype sostenido, que sólo se justifica por el hecho de que no hay muchas más intérpretes españolas de sus características). Sin embargo, la inesperada explosión de mi ordenador me retiene en casa hasta las 8 de la tarde, así que no llego al Parc del Forum hasta una vez empezada la tercera actuación del día, Albert Hammond Jr.

Desde luego, el festival ha sabido rentabilizar la inclusión de los Strokes en la parrilla, pues por el mismo precio van a tener al cantante Julian Casablancas al frente de su banda alternativa The Voidz (que me parecen horrorosos, por cierto), y al guitarrista Albert Hammond Jr. defendiendo su discografía en solitario, que cuenta ya con dos álbumes (el tercero se edita en julio). No he escuchado ninguno de ellos, pero si me tengo que guiar por la sucesión de medios tiempos guitarreros que provienen del escenario, la conclusión es que no estoy demasiado impresionado, aunque al menos tampoco paso la vergüenza ajena que me produjeron en su día los dos últimos discos de The Strokes. Una cosa correcta y punto. Aparte de eso, Hammond se ha cortado el pelo (se le ve mayor) y se ha comprado un traje. O sea, “ha madurado”, una expresión peligrosa cuando hablamos de rock, porque demasiado a menudo se traduce en aburrimiento. Teniendo en cuenta su apellido que remite a un padre mítico, y lo soso que me está pareciendo, no puedo evitar acordarme de Jakob Dylan y sus Wallflowers.

Finiquitado Albert Hammond Jr., ya solo me queda una actuación por ver, la OMD (podría pillar luego el metro hasta la sala Apolo, donde hacia la 1 de la madrugada tocan los post-punkarras Viet Cong, pero siendo ésta la velada previa de calentamiento no quiero forzar, que a partir del jueves tengo mucha matraca que ver y bailar). El día anterior, en casa con tres amigos, les comenté que hoy tocaba la OMD en el concierto gratuito de presentación del Primavera Sound 2015, y que si se animaban a venir. Dos de ellos no habían oído hablar jamás de la banda, y el tercero dijo que los recordaba como “un grupo de los 80 con dos canciones buenas”. Esto demuestra lo que llamamos “ilusión de proximidad”: uno se cree que lo que él conoce es igualmente conocido por los demás. Yo siempre había situado a Orchestral Maneuvers in the Dark a la altura popular de Depeche Mode, pero lo cierto es que, aunque cueste creerlo, la mayoría de gente ya ni se acuerda de los autores de discos tan fundamentales para entender el pop electrónico como Dazzle Ships o Architecture and Morality.

OMD 03 Dani Canto

Y sin embargo, a las 11 de la noche en el Parc del Fórum nos hemos juntado los fans suficientes como para llenar toda la explanada sin que quepa un alfiler. Andy McCluskey y Paul Humphreys salen a escena, y de nuevo volvemos a estar en lo profundo de los 80. Están más arrugados que entonces, sí, pero eso es lo único malo que puede decirse de un concierto en el que suenan hitazos del nivel de Enola Gay, Souvenir, (Forever) Live and Die, Tesla Girls, Talking Loud and Clear, Messages, Electricity o Joan of Arc (el órdago a la grande de la noche), himnos generacionales inapelables que no han perdido un ápice de chispa. Incluso Metroland, única concesión a su más reciente trabajo (English Electric, del 2013), se mezcla de manera orgánica con el resto del setlist, como un clásico más, sin desteñir en absoluto una performance que ha sido lo que tenía que ser: un «Lo mejor de la OMD» con el público entregado desde los primeros acordes de la primera canción y los músicos en un estado de forma envidiable (McCluskey no para de bailar ni un instante). Primer puerto de montaña importante, y primera alegría. Hemos empezado bien. Hemos empezado muy bien.

Canción del día:

JUEVES 28 (día 1)

Tras la intro de ayer, me presento en el recinto del Parc del Forum a las 8 de la tarde para iniciar “oficialmente” mi PS 2015 con el arrebatado blues-rock garajero de Benjamin Booker, autor de uno de los álbumes que más noqueado me dejaron en el 2014 (por temazos como por ejemplo ÉSTE). A una hora complicada, con el sol aún pegando, en un escenario que le viene enorme y ante un público que en su mayoría está cogiendo sitio para ver al que va a salir después de él (Antony and the Johnsons), el de Virginia se mete a todo quisque en el bolsillo con una actuación intensa y llena de actitud. Claro, el muy motherfucker no tiene una sola canción mala, y eso también ayuda.

Al acabar su set, Booker se despide recordándonos que a continuación, en el escenario de enfrente, actúan “the fucking Replacements”, y que él va a estar en primera fila pegando botes con ellos. Pues ya me contarás qué tal, Benjamin, porque lo que es yo me voy al escenario Pitchfork a ver a Ought. The Replacements nunca fueron un grupo al que prestase demasiada atención (hubo un tiempo en que incluso los confundía con The Residents), así que no voy a fingir ahora que siempre fui fan. Ya corregiré ese cráter en mi expediente, pero de momento tengo una cita con la banda de Montreal. Me encantan estos chavales, me suenan a Talking Heads y a Television, y sobre el escenario desgranan las canciones de su (por ahora) único disco a ritmo de ametralladora. Me lo paso pipa brincando al ritmo de Today More Than Any Other Day y Habit, y sigo sin entender que no los conozca ni Dios.

Una de mis máximas para sobrevivir al Primavera Sound es ver como mínimo un concierto cada día en el escenario Ray-Ban. No porque su propuesta sea mejor que las demás, sino porque está situado al fondo de un anfiteatro con gradas para sentarse. Desde allí, descansando el cuerpo y con la brisilla del mar refrescándome, disfruto como un burro con el que tiene potencial para ser el mejor acto de hoy: el de Mikal Cronin, cuya capacidad para componer canciones de rock bonitas lleva tres discos dejándome tonto. Que si Weight, que si Apathy, que si Am I Wrong, que si See It My Way… Me podría pasar horas escuchando esas guitarras, que suenan cristalinas incluso cuando se pone a distorsionar. Por actuaciones así vengo al Primavera Sound. Impecable.

Mikal-Cronin-01-Xarlene-Primavera-Sound

Tras Mikal toca el teórico plato fuerte de la jornada, Spiritualized. Tengo algunos reparos con ellos, porque los vi en los 90 en el Festival de Benicassim, presentando una obra maestra como Ladies and Gentlemen, We Are Floating in Space y no creo que aquello pueda ser superado. De aquel concierto de madrugada recuerdo que fue larguísimo, que lo vi tumbado en el suelo como si me hubieran dejado caer desde una avioneta (porque ya no me tenía en pie), y que, pese a no haber consumido ningún tipo de drogas, el cansancio me hizo tener alucinaciones (haciendo honor al título de su disco, me pareció ver a los músicos levitar por el escenario mientras tocaban). En efecto, no lo superan, pero no es por culpa suya: ellos mantienen intacta su capacidad para convertir las canciones en experiencias lisérgicas (Electric Mainline dura siete minutos como podría durar diecisiete), mezclando de manera magistral gospel, space rock y psicodelia con la voz de Jason Pierce como hipnótico hilo conductor. No, ellos lo hacen igual de bien que siempre. Sencillamente, soy yo quien ha cambiado en estos quince años. Ahora me interesan y me llenan más otras cosas.

Ya en la última media hora de Spiritualized se han podido ver rebaños de gente yéndose para el escenario principal, en el que a estas horas deben de estar empezando a tocar The Black Keys. No podría importarme menos. Sí, Lonely Boy y tal, pero no tengo ganas de aguantar tumultos para bailar una puñetera canción, y a esa misma hora en el mini-escenario Adidas Originals, en la otra punta del recinto, actúan Los Punsetes, y si me doy prisa aún voy a poder pillar sitio en primera fila. Ya los vi hace unos meses en Madrid (por tercera vez en los últimos años), y el hecho de que tenga tantas ganas de repetir certifica lo mucho que me gustan, lo mucho que me enganchan sus melodías y lo adentro que me han llegado siempre sus letras, con las que me identifico a muchos niveles. En directo son un seguro de vida, nunca defraudan. La cantante Ariadna va vestida de marinero y, como de costumbre, se mantiene quieta igual que un palo ante el micrófono. Se mueve tan poco que le podrían hacer una resonancia magnética mientras canta; y sin embargo, todo ese hieratismo tiene el efecto de reforzar aún más la escalofriante intensidad, la sensación de verdad, que transmiten temazos como Alférez Provisional, Opinión de Mierda, Tus Amigos, Amanece más temprano, Tráfico de órganos de iglesia o el momento álgido de la actuación, Maricas (nudo en la garganta, como siempre). Canciones que, nunca me había dado cuenta hasta este momento, tratan de manera conjunta un tema principal: el egoísmo. Podría dar un jodido arsenal de excusas para explicar por qué he venido a ver a Los Punsetes en lugar de a The Black Keys, pero en realidad la respuesta es sencilla: Los Punsetes son mejores. Nada de Mikal Cronin, esto ha sido lo más enorme de hoy.

20150529_002351

Es la una de la madrugada, llevo cinco horas sin parar, así que ya toca descansar y comer algo aprovechando que toda la música que va a sonar en la próxima hora me parece perdonable. Me voy a la zona de tenderetes y me cruspo unos fideos al wok con salsa de cacahuete (parece mentira, pero una de las cosas que más echaba de menos del PS eran los resopones nocturnos de fideos orientales), mientras de fondo se oye la sala de torturas de Sunn O))) amortizando bafles en el escenario ATP. Lo de Sunn O))) puede llegar a ser estimable en disco, pero tragárselos en directo es un ejercicio de hipsterismo metalero (me aburro pero pongo cara de que me están pareciendo buenísimos) que no me va a tener como testigo.

En vez de eso, hago un poco de tiempo sentado en las escalinatas del Ray-Ban viendo a los británicos Jungle (son aplicados en lo suyo, pero el neo-soul británico no es lo mío), y cierro la jornada con el duo que seguramente tiene el mejor nombre de todos los artistas que concurren este año al PS: The Suicide of Western Culture. Los bailé ya hace un par de ediciones y desde entonces han mejorado bastante, se les ve más sueltos, más sucios (en el buen sentido) y con más canciones buenas. Cada vez me recuerdan más a Fuck Buttons y eso nunca me va a parecer malo. Me contorsiono cual locuelo con Hey, Guys! I Know The Name Of The Culprits y con Love Your Friends, Hate the Politicians, y tiro para la boca de metro aún tarareándolas y moviendo los pies a ritmo sincopado. Qué divertido es todo esto, joder.

Canción del día:

PAMUNDI MUSIC AWARDS 2014, parte 4 (y última)

blaugranalvent Y llegamos a la lista de las 70 mejores tonadas del año, que es lo que interesa de verdad a la muchachada. Para escucharlas todas junticas, AQUí tenéis una playlist de You Tube la mar de cuca y AQUÍ otra playlist de Spotify, aunque en este segundo caso faltan 4 tonadas: la de Caustic Window en el puesto 47, la de Taylor Swift en el puesto 39, la de Bing & Ruth en el puesto 33 y la de Ty Segall en el puesto 15 (se siente; buscaros la vida, que se os ve gente espabilada…). Por lo demás, con esto doy por completados los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2014. El jolgorio y el CRITERIO volverán en los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2015. ¡Muac!

70
Tegan and Sara (Feat. The Lonely Island)
Everything is Awesome
https://www.youtube.com/watch?v=StTqXEQ2l-Y

69
Los Ganglios
LOL
https://www.youtube.com/watch?v=kTy1x5b6puo

68
Rival Sons
Electric Man
https://www.youtube.com/watch?v=clWhixvgN3I

67
El columpio asesino
Escalofrío
https://www.youtube.com/watch?v=HubmEmgwxWo

66
Against Me!
Transgender Dysphoria Blues
https://www.youtube.com/watch?v=TFgFGgjNQ4E

65
Bryan Ferry
Loop De Li
https://www.youtube.com/watch?v=6a0_ko3Vr68

64
The Orwells
Who Needs You
https://www.youtube.com/watch?v=AwAdhvvGFlo

63
Tinashe
Pretend
https://www.youtube.com/watch?v=kV_4PA3RSr4

62
TV on the Radio
Happy Idiot
https://www.youtube.com/watch?v=OaKVy-FlaUA

61
Wolves in the Throne Room
Celestite Mirror
https://www.youtube.com/watch?v=NG67MoJGmvE

60
Cuello
Ábreme el almacén
https://www.youtube.com/watch?v=GPUsuEG2GqY

59
Trust
Capitol
https://www.youtube.com/watch?v=cu438gwa4uE

58
Damien Rice
The Box
https://www.youtube.com/watch?v=dCkCWjc8xVI

57
…And You Will Know Us by the Trail of Dead
The Doomsday Book
https://www.youtube.com/watch?v=MZwv522VR2g

56
Kendrick Lamar
i
https://www.youtube.com/watch?v=8aShfolR6w8

55
Alvvays
Archie, Marry Me
https://www.youtube.com/watch?v=ZAn3JdtSrnY

54
Ariel Pink
Not Enough Violence
https://www.youtube.com/watch?v=98hcVICJWZE

53
Shovels & Rope
Bridge on Fire
https://www.youtube.com/watch?v=1imu8lwtNi0

52
Jessie Ware
Pieces
https://www.youtube.com/watch?v=xM8nxVccTdo

51
Botanist
Stargazer
https://www.youtube.com/watch?v=XnLaKpgzT8w

50
Cymbals Eat Guitars
Jackson
https://www.youtube.com/watch?v=EHSIHm3Zjr8

49
Nicki Minaj
Anaconda
https://www.youtube.com/watch?v=LDZX4ooRsWs

48
Real Estate
Primitive
https://www.youtube.com/watch?v=BH1xhu6JEoI

47
Caustic Window
101 Rainbows (ambient mix)
https://www.youtube.com/watch?v=hJi3NOyYcUM

46
Apathy (feat. Chris Webby)
Back in New England
https://www.youtube.com/watch?v=36BNDJmt5ls

45
Thee Silver Mt. Zion Memorial Orchestra and Tra-La-La Band
Take Away These Early Grave Blues
https://www.youtube.com/watch?v=49hwepxljT0

44
Ariel Pink
Put Your Number In My Phone
https://www.youtube.com/watch?v=TYoQ6WLuMq4

43
Tove Lo
Habits (Stay High)
https://www.youtube.com/watch?v=oh2LWWORoiM

42
Single
Me enamoré
https://www.youtube.com/watch?v=txsNes46m1k

41
Azealia Banks
Heavy Metal and Reflective
https://www.youtube.com/watch?v=nQOD8M6Okoc

40
El Último Vecino (Feat. Javiera Mena)
Culebra, Columna y Estatua
https://www.youtube.com/watch?v=UOSDp9PVfJU

39
Taylor Swift
Out of the Woods
https://www.youtube.com/watch?v=B0JC9x3xnWw

38
Ought
Habit
https://www.youtube.com/watch?v=gZ9Gkg_tado

37
Angel Olsen
Hi-Five
https://www.youtube.com/watch?v=oL_3Y4zNnqg

36
Neneh Cherry
Spit Three Times
https://www.youtube.com/watch?v=3ZIcS99JiH8

35
Benjamin Booker
Violent Shiver
https://www.youtube.com/watch?v=zm-rb8k1HkU

34
The hotelier
An Introduction to the Album
https://www.youtube.com/watch?v=PHsBgcwOw6Y

33
Bing & Ruth
The Towns We Love Is Our Town
https://www.youtube.com/watch?v=Q-VWqDOCCfI

32
Royksöpp (Feat. Robyn)
Monument
https://www.youtube.com/watch?v=Zo6UnKr6Bwg

31
Jenny Hval & Susanna
I Have Walked This Body
https://www.youtube.com/watch?v=C500tXJVZNw

30
Los Punsetes
Arsenal de excusas
https://www.youtube.com/watch?v=z6kkiL37AII

29
Rivulets
Your Own Place To Ruin
https://www.youtube.com/watch?v=MakZiGPVta0

28
Aphex Twin
minipops 67 (Source Field Mix)
https://www.youtube.com/watch?v=wm1XwkOHxx8

27
Panda Bear
Mr Noah
https://www.youtube.com/watch?v=CmXIIL2tmR8

26
Clark
Winter Linn
https://www.youtube.com/watch?v=XisOVzJ32_g

25
Mogwai
Remurdered
https://www.youtube.com/watch?v=PY7oNKQIAms

24
Grouper
Holding
https://www.youtube.com/watch?v=HxAHQLtN8wc

23
Lana del Rey
Cruel World
https://www.youtube.com/watch?v=-wa0CFqySSA

22
Sia
Fire Meet Gasoline
https://www.youtube.com/watch?v=UvRphO1Mh0I

21
Ariana Grande (Feat. Iggy Azalea)
Problem
https://www.youtube.com/watch?v=iS1g8G_njx8

20
La Roux
Let Me Down Gently
https://www.youtube.com/watch?v=KlyDYI_ddZY

19
Pharmakon
Intent or Instinct
https://www.youtube.com/watch?v=P7ySrD4ilf4

18
The New Pornographers
Dancehall Domine
https://www.youtube.com/watch?v=TBDzsNwe56w

17
The War on Drugs
Red Eyes
https://www.youtube.com/watch?v=1LmX5c7HoUw

16
D’Angelo & The Vanguard
Ain’t That Easy
https://www.youtube.com/watch?v=lZoxdPGu_4E

15
Ty Segall
The Singer
https://www.youtube.com/watch?v=Quou6o05g5A

14
Run the Jewels
Oh My Darling Don’t Cry
https://www.youtube.com/watch?v=G-S9mtYowPY

13
Sharon Van Etten
Your Love is Killing Me
https://www.youtube.com/watch?v=nyuPWHwZru0

12
St. Vincent
Digital Witness
https://www.youtube.com/watch?v=mVAxUMuhz98

11
Swans
Oxygen
https://www.youtube.com/watch?v=Xs6m9HeWXck

10
FKA twigs
Two Weeks
https://www.youtube.com/watch?v=3yDP9MKVhZc

9
Liars
Mess On a Mission
https://www.youtube.com/watch?v=jbrNt-dMDsY

8
Perfume Genius
Queen
https://www.youtube.com/watch?v=Z7OSSUwPVM4

7
Sun Kil Moon
Dogs
https://www.youtube.com/watch?v=1fm25YRaZP0

6
Sia
Chandelier
https://www.youtube.com/watch?v=2vjPBrBU-TM

5
D’Angelo & The Vanguard
Sugah Daddy
https://www.youtube.com/watch?v=vo3RAH0zLlU

4
Swans
She Loves Us
https://www.youtube.com/watch?v=IA9lA1QPCbU

3
tUnE-yArDs
Water Fountain
https://www.youtube.com/watch?v=jbiFcPhccu8

2
Future Islands
Seasons (Waiting on You)
https://www.youtube.com/watch?v=1Ee4bfu_t3c

1
The War on Drugs
An Ocean In Between the Waves
https://www.youtube.com/watch?v=23GdGEzZPvE

PAMUNDI MUSIC AWARDS 2014, parte 1

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INTRO COÑAZO

Más vale tarde que nunca, decían, ¿No? Pues efectivamente, más tarde que nunca (mediados de febrero) llegan los PAMUNDI MUSIC AWARDS en su edición 2014 (la octava ya). El buen gusto y el eclecticismo “poser” bien entendido llaman a la puerta de vuestra caverna, oh botarates, para traeros la LULZ de la razón en forma de CRITERIO musical.

¿De qué diantres estoy hablando, se preguntarán quienes entren en contacto por primera vez con esta mierda? Pues corto/pego la misma explicación que suelto en cada nueva edición: los PAMUNDI MUSIC AWARDS son mis listas particulares de los que considero mejores álbumes y tonadas del año recién acabado. La lista de álbumes incluye 20 entradas, mientras que la de tonadas incluye 70. ¿Por qué 20 y 70? Esto ya me cansé de explicarlo en el 2012, así que tiremos millas…

Escucho lo que escucho a base de seguir la actualidad de webs como Popmatters, Consequence of Sound, Tiny Mix Tapes, The Wild Honey Pie, Stereogum, Pitchfork, Uncut, Any Decent Music, NME, Spin, Paste, Mojo, Hipersónica, Jenesaispop o The Needle Drop (no puedo dejar de recomendar especialmente esta última, el excelente video-blog de Anthony Fantano). En cuanto a revistas de papel impreso, tal como está el patio cada vez me parecen un medio más lento y menos relevante, así que con los años mi consumo se ha ido reduciendo hasta limitarse a algún número ocasional de Mondosonoro y RockdeLux (los especiales con “lo mejor del año”, sobre todo).

Como de costumbre, voy a empezar dando la brasa con un artículo de resumen sobre lo que me ha parecido esta añada musical…

ano_musical

Un curso raro en lo musical, este 2014. Lleno de “comebacks” inesperados, algunos de los cuales han salido muy bien (Neneh Cherry), otros ni fu ni fa (Bryan Ferry), y algunos incluso han hecho pasar vergüenza ajena a más de un fan (Pixies). Además, han saltado al primer plano muchos artistas que hasta ahora siempre habían permanecido un poco a la sombra de las grandes estrellas del pop/rock alternativo. Ha sido el año de Future Islands (su arrasador paso por el programa de David Letterman es posiblemente el momentazo del 2014), de The War on Drugs, de Lana del Rey (Ultraviolence es un disco fantástico de baladones fantasmagórico-glamourosos que nadie esperaba tras el acartonado Born to Die de hace dos años), o sobre todo de Sia, una escritora de canciones para gente como Beyoncé, Rihanna, Kylie Minogue o Madonna que por fin ha decidido dar un paso al frente y componer hits para sí misma, erigiéndose en la reina del cotarro gracias a un álbum, 1000 Forms of Fear, prolijo en estribillos descomunales como los de Chandelier o Fire Meet Gasoline, y además orinándose en el manido concepto de “diva pop” (se negó a mostrar su cara en el libreto del disco, no aparece en ninguno de sus videoclips e incluso ha llegado a actuar de espaldas a la cámara en algún programa de TV). Sia es una de esas tipas que caen bien porque aportan inteligencia a un negocio que normalmente está más dominado por la capacidad de enseñar pechuga que por los valores musicales.

En el 2014 he vuelto a pulverizar mi récord de escuchas, metiéndome por los tímpanos la burrada de 320 álbumes nuevos, que son bastantes más que los 230 del año pasado o los 180 del 2012. Ha sido casi sin querer, no creáis, porque la sensación que tengo no es la de haberme saturado mucho más de música que otras veces, sino todo lo contrario. A esto, sospecho, ha colaborado decisivamente mi suscripción a Spotify Premium (tenían una oferta de tres meses a 1€ y me tiré en plancha). Eso me ha permitido acceder a mucha más música y sobre todo de manera mucho más fácil (en el ordenador, en el móvil, en la tele… todo el día dándole). En Spotify no lo encuentras todo (como ausencias notables destacaría a Taylor Swift o el último de Ty Segall, por ejemplo), pero sí CASI todo. En general estoy más contento que unas pascuas con ellos.

Posiblemente, este haya sido el año de la última década en el que he visto más música en directo. Aparte del festín del Primavera Sound (experiencia mariana con The National, Neutral Milk Hotel y Slowdive), estuve en el Aloud Music Festival (salvo excepciones como Unicornibot, bostecé lo mío) y en el extraño BIME Live de Bilbao (repitiendo con The National, alucinando con Mogwai y quedándome más frío que caliente con el resto). Si a eso le sumo los conciertos sueltos, que si Depeche Mode (aunque sus discos sean ya inofensivos, en directo le siguen pintando la cara a cualquiera), que si Sharon Van Etten (me quiero casar con ella), que si El último vecino (Golpes Bajos meets El último de la fila meets Joy Division, para dar forma al grupo de synth-pop más estimulante del momento), la verdad es que no he parado.

Pixies-MichaelHalsbandLO QUE NO

Contrariamente a mi impresión del año pasado, creo que el 2014 ha sido un año flojo para la “electrónica pura”. Aphex Twin, Dntel, Caribou, Ben Frost, Arca o Simian Mobile Disco han sacado sendos discos que en general han cosechado buenas críticas, pero que a mí me han dejado igual. Es bastante sintomático que lo más interesante y fresco que he escuchado en este campo haya sido el álbum homónimo de Caustic Window (alias tras el que se esconde Richard D. James, o sea Aphex Twin), un disco que se compuso en 1994 y que se ha tirado 20 años en un cajón hasta ser finalmente publicado. Tampoco mis adorados Mogwai han logrado unos resultados sobresalientes en su (encomiable pero un tanto fallido) giro hacia las bases programadas, y al disco de despedida de Röyksopp le ha faltado sustancia para ser algo más que una buena colección de singles. Todd Terje ha estado bien como divertimento bailable, pero al cabo de un rato todos sus temas me acaban pareciendo variantes de la banda sonora del videojuego Out Run.

En cuanto a las sonadas decepciones, puedo destacar a unos The Horrors a los que por fin se les ha visto el truco (una de esas bandas que había ido cambiando de sonido, no tanto en base a aquello en lo que creían sino en base a aquello que les funcionaba; y en su reciente Luminous funcionan pocas cosas), a unos Interpol que difícilmente podrían volverse más irrelevantes, o a una Zola Jesus que se mueve como pez en el agua al colaborar con otra gente (M83, Orbital…) pero que cuando se queda sola en la intemperie con disco propio parece una mala copia de iamamiwhoami (quien a su vez este 2014 ha editado otro disco en el que parece una mala copia de sí misma…). Sin embargo, todos esos tropezones palidecen ante la debacle del año: los Pixies.

En la vida hay pocas cosas de las que uno pueda fiarse con los ojos cerrados, y hasta no hace demasiado los Pixies eran una de ellas. Entre el 87 y el 91 los de Boston cuajaron un catálogo de discos perfecto, tuvieron una influencia en el panorama del rock alternativo como nadie ha tenido desde entonces, y dieron una lección de inteligencia al separarse estando aún en la cima, antes de caer en cualquier tipo de decadencia. Siempre se les puso como un ejemplo de coherencia, actitud e integridad. Todo eso se fue a cagar a la velocidad del trueno el 19 de abril del 2014, cuando apareció en las tiendas de todo el mundo una inanidad como Indie Cindy, el inexplicable e innecesario retorno al estudio de grabación de Frank Black, Joey Santiago y David Lovering (Kim Deal, con buen criterio, decidió ahorrarse el manchurrón en su currículum). En realidad los fans llevábamos meses escaldados, pues las canciones de Indie Cindy habían visto ya la luz repartidas en tres EPs a cual más decepcionante. A ver, no es que sea un álbum forzosamente terrible (la mayoría de cortes son simplemente mediocres, y hay un par que quizás merecerían un 6 sobre 10), pero no tiene estructura, personalidad ni músculo. Baladas inanes, riffs sin la menor dinámica, estribillos redundantes, un tono general de desgana… The Pixies copiando a los puñeteros Weezer, lo que me faltaba por escuchar en esta vida. Es el tipo de música del que los fans de los Pixies nos reiríamos si la hubiese hecho cualquier otra banda. Nunca creí que una canción suya me haría sentir bochorno. Nunca.

Adam Granduciel, The War on Drugs, TBD Fest, 2014

LO QUE SÍ

Cualquier año en el que Swans publican disco nuevo, es un buen año. Desde que se reformaron en algún punto indeterminado del 2009, tras más de una década de hacer cada uno la guerra por su cuenta, no sólo no han fallado ni un tiro al centro de la diana sino que han ido afinando más y más la puntería, partiendo por la mitad la flecha anterior con cada nuevo disparo, como Robin Hood. My Father Will Guide Me up a Rope to the Sky fue un álbum excelente, seguido dos años más tarde por una obra maestra como The Seer (mejor álbum y mejor canción de los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2012). Parecía una gesta imposible que su trabajo del 2014 fuese todavía superior, pero se las han ingeniado para reventar de nuevo las expectativas. ¿Son infalibles? Desde luego lo parecen. To Be Kind es violento, extremo, gutural, denso, sofocante y maravilloso. Es el ruido, el caos y la mala hostia destilados a una forma pura de belleza.

Que la banda de rock más arriesgada y estimulante del planeta esté liderada por un tipo que anda ya por la sesentena podría parecer preocupante, a la hora de hacerse una visión de conjunto del presente panorama musical. Por suerte, detrás de Swans vienen todo un pelotón de artistas más jóvenes que diluyen esa sensación: Ariel Pink, el hiperactivo Ty Segall (el 2014 ha sido “tranquilito” para él; sólo ha sacado un disco…), St. Vincent, The War on Drugs (nadie ha grabado guitarras eléctricas más escalofriantemente bonitas que ellos en el 2014), Sharon Van Etten, D’Angelo (que se descolgó a finales de diciembre con una masterpiece de funk y R&B como Black Messiah, pillando tan por sorpresa a todo el mundo que ni siquiera dio tiempo a incluirlo en muchas listas de “lo mejor del año”), Perfume Genius, Sun Kil Moon (Mark Kozelek partiéndonos el alma a base de poesía costumbrista) o la inteligentísima mezcla de ritmos no convencionales de tUnE-yArDs (tras escuchar los euforizantes tres minutos que dura Water Fountain, es difícil de entender que hace poco Merrill Garbus se plantease en serio dejar la música porque creía no tener talento…); y en el “frente nacional”, otro tanto. Ahí están Single, Los Punsetes (cuando empezaron mucha gente se los tomaba a broma, pero ya acumulan una buena ristra de himnos generacionales), Cuello (recogiendo con mucha inteligencia los guitarreos noventeros y metiéndoles una marcha más) o El columpio asesino certificando una de las mejores generaciones de bandas españolas desde principios de los 90. El presente es suyo, son quienes hoy en día marcan la senda y a quienes habrá que mirar cuando, dentro de diez o quince años, se quiera analizar lo que dio de sí la segunda década del siglo XXI. Yo diría que la cosa pinta bien. Estamos en buenas manos.

Y más o menos esto es todo lo que puedo destacar del 2014 a nivel musical. Mañana postearé la primera parte de la lista de los 20 DISCAZOS del año (puestos 20 al 11), pasado mañana la segunda parte (puestos 10 al 1), y al tercer día el gran colofón: la lista de las 70 MEJORES TONADAS (con sus enlaces de escucha y todo).

Millones de gracias a Amaia Carreira por diseñarme los chulísimos banners que dan imagen a los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2014, y a Keka Puchades por sus tutoriales y soporte técnico a la hora de montar este blog, cuya principal razón de ser era poder colgar todo esto de manera ordenadita y lucida. Ha quedado así de chulo gracias a vosotras dos. Sois la reostia.

Arrancan los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2014. Let’s have some fun, muthafuckas!!!

Cuando los vi tocar en un concierto de reunión, hace nueve años, recuerdo de manera nítida la excitación que sentí, compartida por el resto de veinteañeros que me rodeaban, mientras todos cantábamos “Hey” a coro. Quizás estaba escrito que ese momento no debía ocurrir. Era como si estuviéramos engañando a la muerte, o al tiempo, y al igual que en todas las fábulas del estilo “Cuidado con lo que deseas…”, estaba claro que aquello nos explotaría en la cara de un modo u otro; y así ha sido. Pronto, muy pronto, nadie recordará casi nada sobre este disco, o sobre su misma existencia. Pero su publicación es una pequeña tragedia, suficiente para hacerme desear que la reunión de la banda, e incluso aquel concierto mágico que les vi, nunca hubieran tenido lugar…” – Jayson Greene, en su reseña para Pitchfork del álbum EP-1 de Pixies.

Beautiful Noise: La tormenta después de la calma

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Beautiful Noise es un documental sobre la historia del shoegazing (corriente del rock británico originada a principios/mediados de los noventa), en el que no se pronuncia ni una sola vez la palabra “shoegazing”, ejecutando así una pirueta narrativa similar a la de esas películas de zombies en las que nunca se dice la palabra “zombie” (o a El padrino de Coppola, en la que nunca se pronuncia la palabra “mafia”). Es un detalle menor pero no irrelevante, pues Beautiful Noise supone un arrebatado canto de amor a un subgénero musical que precisamente siempre quiso eludir las etiquetas y restarse importancia. Lo de “shoegazing”, que significa literalmente “mirarse los zapatos”, hacía referencia a que la mayoría de los músicos de esos grupos tocaban todo el rato con la vista pegada al suelo para irles dando a los pedales de distorsión de las guitarras. Esto, junto a sus poses estáticas, su actitud tímida e introspectiva y sus pelos largos y lacios que les tapaban la cara, dio lugar a una moda artística sin superestrellas ni apenas caras reconocibles, en la que lo importante no era idolatrar la figura del rockero “on stage” sino flipar con las canciones. Su frase de referencia fue “The scene that celebrates itself”, y eso ya lo dice todo.

La principal característica sonora del shoegazing eran las tormentas de distorsión guitarrera a todo trapo, bajo las cuales, no obstante, aún era reconocible la pureza y la sencillez de las melodías poperas de toda la vida (paradójicamente, la sensación que generaba en el oyente era justo la contraria: una calma inicial por debajo de la cual va creciendo un estado de euforia irrefrenable). Pese a su corta vida y su injusto olvido, ha sido posiblemente el movimiento musical más influyente del rock alternativo británico de los últimos 25 años, por contraste con el brit-pop que vino justo después, del que mucha gente se acuerda con añoranza pero que apenas dejó legado (y que en realidad tampoco generó demasiados nombres a tener en cuenta más allá de Blur y Pulp). En sus cuatro o cinco años de auge, el shoegazing parió una cantidad inusitada de bandas deslumbrantes: My Bloody Valentine, Slowdive, Catherine Wheel, Pale Saints, Ride, Galaxie 500, Lush, Chapterhouse, The Boo Radleys…

Beautiful Noise trata todo eso durante 85 minutos que se hacen cortísimos, y que dejan cierta sensación de que a su director Eric Green le ha faltado tiempo y presupuesto para explicar todo lo que quería (el documental tuvo que financiarse mediante crowdfunding, tras un parón de cinco años en su rodaje por falta de dinero). Aún así, lo que se cuenta es fascinante: se centra sobre todo en cuatro bandas seminales de la época (Cocteau Twins, My Bloody Valentine, The Jesus and Mary Chain y Ride), y a partir de ellas traza un recorrido histórico-emocional por todo aquel movimiento, con multitud de clips, actuaciones en vivo y entrevistas tanto a los protagonistas de aquello como a músicos de otras tendencias (Robert Smith, Trent Reznor, Billy Corgan…) a los que en su día les explotó la cabeza escuchando maravillas como el Loveless de My Bloody Valentine, el Souvlaki de Slowdive o el Nowhere de Ride. En resumidas cuentas, altamente disfrutable para cualquier fan del ruido con criterio.

¿Una playlist de temazos shoegazing para acabar el artículo en nota alta? Venga, va, como esta entrada prácticamente estrena el blog, que no se diga que no soy un anfitrión atento: Playlist de «esenciales shoegazing».

PAMUNDI MUSIC AWARDS 2013, parte 4 (y última)

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Y con la lista de las 70 Tonadas, que podéis escuchar a piñón en esta playlist de Spotify (salvo por las ausencias de las tonadas 68/ My Bloody Valentine y 55/ Ex Cops) doy por finiquitados los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2013. Gracias a todos por la atención dispensada, los «Me gusta» y los comentarios (y gracias también a Ceci Ramírez por sus estupendos banners). Nos vemos (o no) en los PAMUNDI MUSIC AWARDS 2014

70
Rob-Chloe Alper
Juno
https://www.youtube.com/watch?v=EwcZ0_5LVNQ

69
The Joy Formidable
This Ladder Is Ours
https://www.youtube.com/watch?v=Y_t4s-HX3z0

68
My Bloody Valentine
New You
https://www.youtube.com/watch?v=Krk0Cn2DxAA

67
Childish Gambino
V. 3005
https://www.youtube.com/watch?v=tG35R8F2j8k

66
Icona Pop
On a Roll
https://www.youtube.com/watch?v=1Jy3hrlTaIw

65
Daft Punk
Instant crush (ft. Julian Casablancas)
https://www.youtube.com/watch?v=a5uQMwRMHcs

64
Fidlar
Cheap Beer
https://www.youtube.com/watch?v=BB8z08_8uhM

63
Suede
Hit Me
https://www.youtube.com/watch?v=H1FKJSgEoBQ

62
Pelican
Perpetual Dawn
https://www.youtube.com/watch?v=2CWngJMbulw

61
Katy Perry
Roar
https://www.youtube.com/watch?v=CevxZvSJLk8

60
Bibio
Á Tout a L’heure
https://www.youtube.com/watch?v=XofNbkTkuP8

59
Applescal
Wise Noise On Time (ft. Lanny May)
https://www.youtube.com/watch?v=_X0bqErl0oA

58
Chloe Howl
How Proud
https://www.youtube.com/watch?v=iifHReYsSgw

57
Robin Thicke
Blurred Lines (ft. T.I. and Pharrell)
https://www.youtube.com/watch?v=yyDUC1LUXSU

56
London Grammar
Wasting My Young Years
https://www.youtube.com/watch?v=pkeDBwsIaZw

55
Ex Cops
Ken
https://www.youtube.com/watch?v=HgRil7yidDg

54
Quadron
LFT
https://www.youtube.com/watch?v=KRh16SpKXiE

53
Foxygen
In The Darkness
https://www.youtube.com/watch?v=hVklli_N-WA

52
L’Hereu Escampa
La Feram
https://www.youtube.com/watch?v=h4dcRkTTBQA

51
Julia Holter
Maxim’s I
https://www.youtube.com/watch?v=7paoM2cghjI

50
Thee Oh Sees
Minotaur
https://www.youtube.com/watch?v=aeD3-sdGf1c

49
Arctic Monkeys
Do I Wanna Know?
https://www.youtube.com/watch?v=bpOSxM0rNPM

48
The White Mandingos
My First White Girl
https://www.youtube.com/watch?v=3RFpVzevVL8

47
Rudimental
Feel the Love (ft. John Newman)
https://www.youtube.com/watch?v=oABEGc8Dus0

46
The Range
Metal Swing
https://www.youtube.com/watch?v=L0dxWGvMUpc

45
Toro Y Moi
Say That
https://www.youtube.com/watch?v=gGmfOsdla2Y

44
Cuello
Mosquetero Débil Cisne
https://www.youtube.com/watch?v=xNJgUbihFxA

43
Lorde
Royals
https://www.youtube.com/watch?v=LFasFq4GJYM

42
Vampire Weekend
Diane Young
https://www.youtube.com/watch?v=oG6lTQNW04I

41
Cage The Elephant
Come A Little Closer
https://www.youtube.com/watch?v=KVYup3Qwh8Q

40
Future Of The Left
How To Spot A Record Company
https://www.youtube.com/watch?v=tH27BGHgpK4

39
Anamanaguchi
Meow
https://www.youtube.com/watch?v=vc3JWo2iiGc

38
Sky Ferreira
I Blame Myself
https://www.youtube.com/watch?v=pWo7SC-tG4U

37
Chvrches
Lies
https://www.youtube.com/watch?v=PjVmKAud9hE

36
John Newman
Love Me Again
https://www.youtube.com/watch?v=CfihYWRWRTQ

35
Neko Case
Man
https://www.youtube.com/watch?v=unNa-9qGkfI

34
Mikal Cronin
Weight
https://www.youtube.com/watch?v=0S2eTV2v3V0

33
Manel
Teresa Rampell
https://www.youtube.com/watch?v=LMiqw-EvDB0

32
The National
Graceless
https://www.youtube.com/watch?v=Jpz_gUyImhw

31
Jon Hopkins
Open Eye Signal
https://www.youtube.com/watch?v=Q04ILDXe3QE

30
Chelsea Wolfe
We Hit a Wall
https://www.youtube.com/watch?v=0wdxTyBTwjU

29
Da Mafia 6ix
Go Hard (ft. Yelawolf)
https://www.youtube.com/watch?v=7uH8v8P8SMg

28
Fangoria
Dramas y Comedias
https://www.youtube.com/watch?v=2mVZvFZSCy4

27
James Blake
Retrograde
https://www.youtube.com/watch?v=6p6PcFFUm5I

26
M.I.A.
Come Walk With Me
https://www.youtube.com/watch?v=bSt2165qEYg

25
Youth Lagoon
Mute
https://www.youtube.com/watch?v=mSXyr6im7kk

24
Buke and Gase
Houdini Crush
https://www.youtube.com/watch?v=d-vZEShtlJE

23
Janelle Monáe
Dance Apocalyptic
https://www.youtube.com/watch?v=eaMBagakSdM

22
Savages
She Will
https://www.youtube.com/watch?v=kebq-cENNn0

21
Young Galaxy
New Summer
https://www.youtube.com/watch?v=Rw7cCB7v5W4

20
Low
Just Make It Stop
https://www.youtube.com/watch?v=5rAdzJ1U0RU

19
Queens of the Stone Age
My God Is the Sun
https://www.youtube.com/watch?v=iFca32_7YUU

18
Iceage
In Haze
https://www.youtube.com/watch?v=T7GnUq40NtU

17
John Grant
GMF
https://www.youtube.com/watch?v=ekFWPsXXcg0

16
Nick Cave & The Bad Seeds
Jubilee Street
https://www.youtube.com/watch?v=xCxHvNl9MmQ

15
Phoenix
The Real Thing
https://www.youtube.com/watch?v=M_hkBVco894

14
Deafheaven
Sunbather
https://www.youtube.com/watch?v=ylTY9WbMGDc

13
Disclosure
White Noise (ft. Aluna George)
https://www.youtube.com/watch?v=bkk2H3Ztrfk

12
Kanye West
Bound 2
https://www.youtube.com/watch?v=BBAtAM7vtgc

11
Fuck Buttons
Hidden Xs
https://www.youtube.com/watch?v=47C9K9IEjMg

10
Janelle Monáe
Q.U.E.E.N. (ft. Erykah Badu)
https://www.youtube.com/watch?v=tEddixS-UoU

9
Pet Shop Boys
Love Is a Bourgeois Construct
https://www.youtube.com/watch?v=s7w0eqUBp3c

8
Colin Stetson
To See More Light
https://www.youtube.com/watch?v=waOadovNnno

7
Arcade Fire
Reflektor
https://www.youtube.com/watch?v=7E0fVfectDo

6
Vampire Weekend
Step
https://www.youtube.com/watch?v=_mDxcDjg9P4

5
The Knife
A Tooth For An Eye
https://www.youtube.com/watch?v=W10F0ezCTIQ

4
Beyoncé
XO
https://www.youtube.com/watch?v=3xUfCUFPL-8

3
Fuck Buttons
The Red Wing
https://www.youtube.com/watch?v=SPukZ0IDkAo

2
Phosphorescent
Song for Zula
https://www.youtube.com/watch?v=ZPxQYhGpdvg

1
Daft Punk
Get Lucky (ft. Pharrell Williams)
https://www.youtube.com/watch?v=h5EofwRzit0